miércoles, 20 de marzo de 2013

La mirada en el recuerdo



A finales de un año hace ya algunas décadas, un niño que viajaba en un autobús con sus padres y que iban hablando de sus cosas y cuando ya se disponían a bajar del citado autobús cruzo una mirada con una niña de su misma edad aproximadamente y por cosas de la vida los dos esbozaron instintivamente una sonrisa.
  Caminando ya hacia su casa el niño continuaba recordando aquella cara y la preciosa sonrisa que se habían dedicado, no se lo decía a nadie pero todos los días y durante algún momento esa mirada volvía a su cabeza y con la inocencia de la edad pensaba si la niña estaría pensando lo mismo que él y si se acordaría de aquel día en el autobús.
  Siempre que se subía de nuevo a un medio de locomoción para ir  a algún lado, pensaba en si la niña se subiría también y volverían a verse, pero eso jamás ocurrió, solo fue aquel día y solo fue una mirada fugaz, corta y para el recuerdo.
  Los años trascurrían y aquel niño se fue convirtiendo primero en jovencito y después en hombre, pero siempre en algún momento de la vida recordaba aquellos instantes tan cargados de magia para él.
  Nunca supo su nombre ni tampoco si con posterioridad había hablado en alguna ocasión con aquella niña, pero su mirada le acompañaba en su camino
Y quién no recuerda una mirada de cuando era niño, limpia, pura e inolvidable.

Moraleja: nunca perdáis la mirada del niño que fuisteis ya que si la perdéis nunca llegareis a ser adultos 

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